viernes, 19 de junio de 2009

13

La última carta entregada por él era suficiente, una línea devastadora, cuatro palabras, cada una con más veneno, más odio, que la anterior, eran sencillas, vulgares, y un tanto "amorosas"... Esas palabras eran "Quiero que me veas". El texto en sí no significaba nada, yo pensé que era que ya había depositado suficiente confianza, y acepté,. Cometí un error, lo admito, jamás hubiera pensado que tan profundo corazón guiaba un cerebro tan malévolo como para realizar semejante...obra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario